PATRICIA
Por los caminos de oros y diamantes
miro pasar a una hermosa mexicana,
con un aspecto firme y muy dominante,
ella tiene el esplendor de una cortesana.
A ella le gusta mirar el brillo de las estrellas
cuando en la noche se duermen las lindas rosas,
por eso la comparé con la más linda de ellas
o con la sublimidad y la sencillez de una diosa.
Todo un mundo de inspiración poética y divina
hay en la profundidad de su fino y bello ser,
que hace que la envidien hasta las adivinas
por ser una maravillosa y preciosa mujer.
Renacerán los más hermosos claveles rojos
cuando la vean pasar por su aromático jardín,
y abrirá sus expresivos y preciosos ojos
despertando la fragancia de un lindo jazmín.
Imagino la desnudez de su delicado y sensual cuerpo
en una noche tibia y romántica de pasión y amor,
haciendo volar la imaginación hasta el universo,
y pintando a todo un mundo de su propio color.
Cantarán los grandes y elegantes artistas
haciéndola sentir la mujer más feliz,
de sus labios sensuales saldrá una sonrisa
y gritará con emoción esa canción es para mí.
Inventar una como ella en este difícil mundo
es ofender su gallardo padre diseñador
en los sentimientos más íntimos y profundos
o quitarle la magia a su cupido conquistador.
Allá en su secreto nido de dulzura, amor y placer
habrá un mundo romántico de pasión y alegría,
que hará volar la imaginación más allá del deber
o más allá del imaginario mundo de la poesía.
Rafael Rodríguez
31/10/99
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